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Historia de la Fundación de la APSG

Antecedentes Históricos de la fundación de la Asociación Psiquiátrica de Guatemala.

Dr. M. Cyrano Ruiz H. M.D. Ph.D.

Al hacer un recorrido sobre cómo se fundó la Asociación Psiquiátrica de Guatemala, así como el posterior desarrollo de la misma, me parece interesante dividir en dos partes dicho abordaje.

Primero, una época que podríamos llamar “pre asociación” y segundo, el origen y como se establecieron los primeros pasos de asociación.

Para iniciar el periodo “pre-asociación” me ubico en el año 1969, cuando después de varios años de ausencia debido a mi entrenamiento psiquiátrico en el exterior, Francia, regrese a Guatemala. En esa época se encontraban ejerciendo como especialistas en Psiquiatría los distinguidos colegas Dr. Carlos Federico Mora, Dr. Octavio Aguilar, Dr. Ricardo Ponce Ramírez, quienes incluso habían sido profesores míos  en la Facultad de Ciencias Medicas de la USAC.

Durante los años que estuve en el exterior, vinieron los Drs. Enrique Morales Chinchilla, Gustavo Adolfo Martínez Okraza, quienes en ese momento, además de ser profesores universitarios se dedicaban también a la práctica privada exclusivamente de la Psiquiatría y en especial de adultos. El Dr. Juan Augusto Aguilera Pérez, quien era el director de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, ejercía su práctica privada especializada como psiquiatra de niños y adolescentes. El Dr. Cesar  Meza, acababa de abandonar el país para trasladarse a México; a este connotado colega guatemalteco no tuve el gusto de conocer personalmente sino hasta unos años  más tarde en la ciudad de México, en un evento académico.

Otros colegas que en esa época también se dedicaban a la Psiquiatría, eran el Dr. Ricardo Ponce Ramírez, quien  ejercía la Psiquiatría y Neurología y fue él fundador de la Unidad de Psiquiatría del Seguro Social, de la que también fue su primer director. El Dr. José Antonio Campo, quien recién había dejado la dirección del Hospital Psiquiátrico la Verbena.

Existía ya para esos años un hospital psiquiátrico llamado “Villa Cristina” en donde el Dr. Ricardo Ponce Ramírez y los hermanos, Drs. Carlos y Julio Salvadó hospitalizaban sus pacientes. Los Drs Salvado nunca aceptaron la invitación de integrarse al grupo de psiquiatras que como amigos se reunían, ni tampoco posteriormente a lo que sería la Asociación Psiquiátrica, únicamente el Dr. Ricardo Ponce Ramírez acepto.

Además, estaban entonces otros respetables colegas que practicaban Medicina General, como especialidad y que practicaban también Psiquiatría, dentro de ellos estaba los distinguidos colegas Dr. Héctor Aragón, quién era jefe de uno de los servicios de medicina del Hospital General San Juan de Dios, el Dr. Vicente Martínez Nolasco, quién en esos tiempos era el director del Hospital Psiquiátrico la Verbena; este era el panorama psiquiátrico en Guatemala, en el año 1969.

Hasta ese momento no estaba regulada la especialización, ni era reconocida por el colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, cada quien ejercía independientemente sin tener un órgano gremial que permitiera un intercambio académico y la divulgación de la especialidad psiquiátrica, así transcurría el ejercicio de la psiquiatría en Guatemala, antes de organizarnos como Asociación.

Ese mismo año de 1969, el Dr. Enrique Morales Chinchilla organizó una reunión social en su casa y nos invitó para encontrarnos algunos por primera vez y reencontrarnos con otros. En esa misma reunión se acordó establecer sesiones cada 15 – 30 días de forma rotativa en casa de cada uno de los profesionales de la rama, con el fin de mantener el contacto por nuestra especialidad.

A los cuatro meses de mi retorno, volvía de su entrenamiento el Dr. Guillermo Forno Aguirre, quien de inmediato se integró al grupo. Seguíamos reuniéndonos con alguna regularidad, con el objetivo de discutir “asuntos de la Especialidad y su desarrollo en Guatemala”.  Como grupo de psiquiatras amigos, aún no como asociación, se realizaron algunos eventos académicos sobre temas psiquiátricos, con el fin de dar a conocer que la  psiquiatría era una especialidad  médica como las otras y que científicamente podía también contribuir al mantenimiento de la salud de nuestra comunidad. Dentro de los eventos organizados hubo uno  especial en el que se entregó un diploma de reconocimiento por su contribución como pioneros de la psiquiatría en Guatemala, a los doctores  Héctor Aragón y Vicente Martínez Nolasco.

Se puede decir que así transcurría el ejercicio de la psiquiatría, antes de la fundación de la Asociación. En ese tiempo algunos colegas médicos identificaban coloquialmente a los psiquiatras como siendo de “escuela” y los que “no lo eran”,  como una manera no muy adecuada de hacer la diferencia entre algunos profesionales que en esa época aplicaban el electrochoque como un recurso terapéutico único en casi todo tipo de desorden mental y aquellos que no lo utilizaban. No debemos olvidar que los psicofármacos apenas iniciaban en ese entonces el gran desarrollo  que posteriormente han alcanzado.

Al año y medio, 1971, mes de Mayo estábamos ya preparados para organizarnos como asociación de especialistas, éramos solo ocho colegas, los doctores Juan Augusto Aguilera, Guillermo Forno Aguirre, Gustavo Adolfo Martínez Okraza, José Antonio Campos López, Octavio Aguilar, Ricardo Ponce Ramírez, (todos ellos ya fallecidos en la actualidad), Marco Cyrano Ruiz Herrarte y Enrique Morales Chinchilla, quienes firmamos el acta de constitución de la Asociación y así fue como en el año 1971, quedo fundada nuestra Asociación Psiquiátrica de Guatemala.

El Dr. Guillermo Forno, era secretario de la Junta Directiva del colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, y el contribuyo para agilizar el reconocimiento de nuestra asociación en este Colegio. Fue de esa forma como quedó constituida nuestra asociación de Psiquiatría de Guatemala. También estaba considerado miembro fundador el Dr. Octavio Aguilar, sin embargo a pesar de reiteradas invitaciones nunca asistió a las sesiones ni quiso llegar a firmar el acta de fundación, por eso él no figura como socio fundador.

Se eligió entonces la primera Junta Directiva de la misma, habiendo quedado integrada  así: como presidente el Dr. M. Cyrano Ruiz H, secretario el Dr. Morales Chinchilla, tesorero el Dr. Guillermo Forno y vocales el Dr. Martínez Okraza y el Dr. Aguilera Pérez, que fungió 1971 a 1973. La segunda Junta directiva estuvo presidida por el Dr. Enrique Morales Chinchilla de 1973 a 1975. El tercer presidente de la misma fue el Dr. Guillermo Forno Aguirre de 1975 a 1977 y así sucesivamente (señalo esta sucesión, de los tres primeros periodos, ya que en el directorio de APsG, hay un error en la página Presidentes de las Juntas Directivas, en donde se omitió el nombre del Dr. Guillermo Forno).

En la redacción de los estatutos de la misma, se dejó un artículo transitorio por el que se determinaba invitar a todos los médicos que hubiesen estado ejerciendo la psiquiatría por varios años antes de la fundación de la asociación, para que se integraran aun no siendo psiquiatras especializados.

Con la finalidad de ejercer cierta supervisión, en ese tiempo se propuso hacer un esfuerzo conjunto dentro de los profesionales que se dedicaban a la Salud Mental, que en esa época no eran muchos, así, la asociación facilitaría la integración de los psicólogos que lo solicitaran, se invitó entonces a la Licenciada y actualmente Dra. Rene de González, al Lic. Fernando De León, psicólogo y distinguido Profesor universitario, a la Lic.  Lucy de Padilla y otros más, todos psicólogos que eran  profesores en las diferentes universidades de aquel entonces. Por ese cambio se modificó el nombre de la asociación y se le dio de nombre de Asociación de Psiquiatría y Psicología de Guatemala.

Años más tarde una asamblea general tomó la decisión de cambiarle nombre y paso a ser  nuevamente Asociación Psiquiátrica de Guatemala, esto ocurrió en el año |1981, es decir 10 años más tarde de su fundación en 1971.

Felizmente en ese año de 1982, la junta directiva cuyo presidente era el Dr. Ignacio  Herrera Contreras, trasmito con éxito la aprobación de nuestros estatutos y la personería jurídica de la asociación, cuyo acuerdo fue firmado por el presidente de la república Romeo Lucas García.

Ya como asociación se tuvieron varias participaciones tanto a nivel gremial como a nivel nacional, una de las más importantes fue el manifiesto de protesta contra el proyecto de “ley de peligrosidad social”, en 1972 que el gobierno de la república se proponía aprobar. El manifiesto en contra de esa ley de nuestra asociación se publicó y fue tan enfático que de alguna manera contribuyo, entre otras protestas a que esa ley no fuera aprobada.

Nuestra asociación comenzó a darle seriamente participación social y gremial a la Psiquiatría, ya que se seguía considerando a la misma así como a los psiquiatras como algo “mágico o extraño” sin embargo nuestro esfuerzo estaba dirigido a que ese concepto cambiara y al cabo de los años se logró en buena proporción.

Siguieron viniendo nuevos especialistas que fueron haciendo más grande nuestra asociación, los Dres. Romeo Lucas Medina, Luis Porras, Carlos González Campo, Luis Castro Modenesi, Hugo Soto, Ignacio Herrera, Francisco Javier, Edgar Hernández Gálvez, el Dr. Luis Pedro Torrebiarte y así sucesivamente se fue engrosando el numero de las asociados, hasta la fecha actual.

En el año 1987, cuando la junta directiva presidida por segunda vez por el Dr. M. Cyrano Ruiz H., a nuestra asociación se le consideraba como una asociación “cerrada” ya no se aceptaban a los psiquiatras que hubiesen sido formados en Guatemala, y a propuesta de la junta directiva de ese momento se solicitó que ellos fueran aceptados como miembros asociados. En una sesión en la casa de productos farmacéuticos  Rousell, se realizó una sesión muy agitada, porque se trataba que aprobar dicha propuesta, a pesar que los miembros integrantes de la asociación, todos en mayor o menor parte, habíamos contribuido a la formación de los psiquiatras guatemaltecos, pero en ese momento se oponían a que fueran integrados. Felizmente la propuesta prosperó y por decisión de la asamblea general a partir de ese momento nuestra asociación  acordó aceptar como miembros de la misma, todo candidato que llenara los requerimientos que exigían  nuestros estatutos no importando el origen de su formación, especialmente los formados en Guatemala que desde entonces honran, engrandecen y distinguen nuestra asociación.