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Un sistema de salud colapsado

Asociación Psiquiátrica de Guatemala

La BBC de Londres realiza reportaje del Hospital Nacional de Salud Mental de Guatemala, Federico Mora. En el cual lo considera más parecido a un campo de concentración que a un hospital. 

Es de considerar que el deterioro que  presenta esta institución  se debe a las dificultades que esta enfrenta en tanto al poco soporte económico y el desinterés por el mismo durante los diferentes gobiernos.  Aunado al aumento de la afluencia de personas que necesitan los servicios psiquiátricos,  siendo este el único hospital público de Guatemala, que atiende la problemática de salud y enfermedad mental. 

El  desenvolvimiento del hospital tiene deficiencias, que no deberían ser adjudicadas a personas o directivos en particular. Las condiciones actuales de funcionamiento de esta institución no permiten brindar la ayuda idónea a las personas quienes consultan y reciben tratamiento dentro de este establecimiento sanitario.  Existen instalaciones arcaicas, que no cuentan con los adecuados espacios físicos necesarios. El personal especializado en este tipo de atención, probablemente es escaso (considerando la atención de pacientes internos y externos)  y es importante mencionar, que en los últimos meses no han recibido el salario correspondiente por el trabajo desempeñado. Los niveles de capacitación y supervisión psicosocial de los trabajadores carecen de empeño. Faltan medicamentos, la alimentación, el cobijo y vestuario de los pacientes, ha sido un arte malabar, realizado con la mejor de las intenciones por su personal directivo. Que dicho sea de paso, en algunas ocasiones las personas que han desempeñado los puestos directivos en el mismo no han sido elegidas por la aplicación  de la ley de servicio civil sino por su afinidad política, como también ocurre en otras instituciones y quienes incluso, carecen de la calidad profesional dentro del área de la psiquiatría, por lo que se corre el riesgo de que no posean conocimientos apropiados para el ejercicio profesional de esos cargos.

Los trabajadores de esta institución se encuentran proclives también al deterioro de su propia salud, ya que trabajar en estas condiciones inapropiadas, contribuye a que existan mayores posibilidades del desarrollo del desgaste laboral.  Además, el trabajo que realizan cuenta con un alto grado de estigmatización y prejuicio.  De tal manera,  que no da cabida al goce de algún reconocimiento de los logros y contribuciones que han llegado a realizar.

El que la BBC haya presentado esta noticia a nivel internacional, lejos de considerarse un agravio, nos da la esperanza de que el sistema de salud y el gobierno de Guatemala, pueda interesarse más en el bien cumplir de sus instituciones.  Porque el colapso del sistema de salud en Guatemala, es generalizado, de tal manera,  que el gobierno puede encontrarse ante el incumplimiento  constitucional, de garantizar la salud para la población guatemalteca.

Es importante reflexionar que los problemas que aborda en el momento actual  el Hospital Federico Mora, no deban generalizarse y expresarse como el mal manejo de la psiquiatría en nuestro país, sino, como resultado de una crisis social y de sus instituciones.  Así como, de la poca disposición y trabajo de los gobiernos por prevenirlos y solventarlos. El pueblo en general, se enoja y violenta con quienes conoce, el personal sanitario, pero no se percata que esta falta de buena atención médica, es consecuencia de la corrupción inescrupulosa de los gobiernos y de su desinterés e ineficacia para enfrentar los problemas de salud de nuestro pueblo.

La crisis social, la pobreza y la violencia acompañante, dan cabida al desarrollo de más desórdenes de salud mental y es sabido que sin salud mental no hay salud.

Lo anterior no constituye una justificación para el mal funcionamiento del Hospital Federico Mora, ni de los otros hospitales públicos, sino es un llamado de atención para que se comiencen a tomar medidas pertinentes para que el pueblo de Guatemala, sea atendido en la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de sus problemas de salud y enfermedad, tal cual, se lo merece.  Y que nosotros los médicos,  psiquiatras, personal de enfermería, trabajo social,  psicología y otros trabajadores de las instituciones de salud, nos unifiquemos para poder trabajar en diferentes condiciones y seguir ante nuestro llamado humanitario de hacer el bien, siguiendo las concepciones hipocráticas.